Aunque el automóvil sigue siendo necesario para muchos aspectos de nuestra vida, existen otras alternativas para ciudades altamente masificadas, como son el transporte público, la bicicleta o los patinetes eléctricos. Así como el uso compartido de vehículos utilitarios y los alquileres flexibles.
Centrándonos en los automóviles, se debe conseguir que el 100% del parque móvil sea climáticamente neutro. El uso del hidrógeno unido a los vehículos eléctricos es la solución para descarbonizar la movilidad.
Además del componente activo, consideramos el urbanismo como el elemento pasivo a corregir en la movilidad. Ciudades mejor conectadas, energéticamente más eficientes y construidas con materiales reciclados. Integrándolas con el entorno y la naturaleza como un elemento más.